Actualización
1. El lavavajillas funciona. Tan bien que no queda ni una mínima señal de los posos endurecidos de mis cafés que podrían definir mi destino probable. Las brujas tendrían un filón conmigo, pero Indesit, que ya no el estropajo verde y mis manos, se han cargado el invento.
2. El otro día me tomé un café con un "colega" del mundo de la construcción, de esos que se marcan sus viajes en todoterreno por Marruecos y más abajo, que dejaron Madrid y que además te invitan al café con pincho mientras te devuelven a un mundo menos friky del habitual. Estaba su primo.
3. El primo es ganadero repeinado de esos de camisa Burberrys remangada tres cuartos. Muy atento y conversador, me explicó que tenía "apenas" 82 vacas dedicadas a parir terneros (las vacas no pueden parir otra cosa, es verdad, pero tenía que especificar para que la frase no se quedara colgada). El embarazo de las vacas dura nueve meses, como el de las mujeres. Y ese tipo de vacas tiene que tener un parto año por salud, eso sí, tienen que estar muy bien cuidadas y alimentadas para parir terneros de buena calidad.
4. Ante mi pregunta cursi, el Primo sonrió y me dijo que si una vaca ya no podía parir, tocaba sacrificarla y eso no le daba penita. Toda una vida decicándote a gestar sin toro que te mime, para que te quiten los hijos y encima te sacrifiquen cuando ya no. Lástima que sepan tan ricos los terneros, pensé yo.
5. El Primo y mi Colega son cotillas como yo, y por supuesto me pusieron al día del mundo ganadero, del rollo ovino más bien, que se mueve por la zona de la obra por la que he conocido al Colega. Después de divagar entre pastor y pastor y rebaños de ovejas negras o blancas, y razas que ahora no recuerdo, y, por supuesto, después de echarnos unas risas y contarme alguna que otra "petición de mano" al estilo del gremio, les conté el Affair Gonzalo y me confirmaron lo que no me temía, pendeja de mí: el Simpático Pastorcillo tiene dos hijos, uno de ellos pa'llá, de los que "se conoce" que no quiere saber demasiado, y por si fuera poco SU MUJER ESTÁ VIVA, y seguro que juiciosita en casa tejiéndole un bonito chaleco para su fiesta de Navidad.
Hay que ver qué sinvergüenza.
(No viene demasiado a cuento, pero me lo enseñaron el otro día y dijeron algo de mí, no sé. Ay, estos nipones)
Comentarios
Oye, me encanta la canción. Sabes qué grupo es???
De hecho creo que son como un post tuyo pero con sintonía y en movimiento. Ahí lo llevas!
Me gustaría leer algo sobre cómo abordas a don Gonzalo y le inquieres sobre sus proposiciones, estando unido en santo matrimonio con...Eudosia?
pd: recuérdame que te cuente sobre un Ford Fiesta. Que no, que no viene a cuento, pero tú recuérdamelo.
Contrastes: no será pa tanto. Y tiempo al tiempo que cuando me cruce con Gonzalo... pobrecito.
Pero ni así conseguirás resultar desmitificadora.
Y me callo porque sube el pan...
Eso es casi como hablar de Ismael Serrano, remito a los inicios del cardhu....
Qué fuerte...
Calla Calla
Y los lavavajillas cada vez son más de “pitiminí” que si se te cae medio guisante o un rizo de escarola se niegan a hacerte el servicio. Que ponen tantos pinchos y compartimentos que no te caben los cacharros que más rabia te da lavar a mano. ¡Que te voy a contar!
Besos, Pi.