Sin título

Aquella mañana, Nía abrió los ojos y vio que había nevado.
Nía amaba los días de sol aunque aquello sonara pedante, más bien cursi y lo amara todo el mundo. Nía cursi, pedante y del montón. Le habría gustado, y de hecho lo hizo, salir al porche y empezar a caminar. caminar sin vestido vaporoso de esos que se ponía en verano, sin mariposas que la rondaran cual Mauricio Babilonia, sin ser amarillas, ni siquiera polillas y perdón por la rima. Salir y caminar, y caminar, y cuando llegara al final del camino de tierra que llevaba a su casa, seguir caminando , casi flotando, como le pasaba en los sueños recurrentes que tenía desde pequeña, y volar. Incluso volar precipicios abajo, pero con abrigo, que Nía sabía que podía resfriarse.





(Lo importante es la canción, no el vídeo)

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Que bellesa.
Pi ha dicho que…
Chas grasias.
Pecosa ha dicho que…
Mmmm... Qué bonito, Pi, y qué bien me ha venido tu post para relajarme e ir a dormir... Me ha dado buen feeling, Bon Iver, así que me he puesto su MySpace en los favoritos, para ir escuchando...
Música ha dicho que…
caminar....y volver la vista atrás y ver la senda esa...esa en la que me resfrío a veces...
Superbonito el tema y el texto, gracias Pi :)
Emilio Ruiz Mateo ha dicho que…
Un beso, Nía mía.

Entradas populares