Pudorosa Pilar
El día después de que me recorriera las farmacias de guardia de la Pequeña Ciudad de Provincia mendigando un Lexatín sin receta, de que terminara de tertulia con el médico de urgencias y me consiguiera un posible cliente, de que me tomara, por fin, el primer Nervocalm de mi vida, de que anunciaran la luz al final de la crisis amaricana, de que viviera un momento de felicidad haciéndole fotos robadas a Gabriel el Tejero y sus baldosas de barro al sol, me crucé con mí misma en una droguería de Piedrahíta y, sonriendo como si se tratara de un guiño más que me hace la vida, pregunté "¿quieres jugar conmigo?"...
Comentarios
A que mola? tan linda con la forecita...
Ahora, que a partir del viernes te quiero divina divina, ¿eh? Radiante, nena, que la primavera ya está aquí y no le vamos a hacer un feo.
(Me en-can-ta-ban los recortables de muñecas de pequeña. Es más, creo que si me comprara uno ahora, me lo pasaría igual de bien).
ánimo chica. Ha sido un invierno duro para muchos. Sin duda la primavera será mejor.
Un beso