El simpático pastorcillo
Cuando conocí a Gonzalo, ya acababa de parar para beber agua de la fuente mientras pensaba en qué carajo escribía en el blog. Él estaba buscando la sombra detrás de unos piornos. Un pastor como de dibujitos, con su camisa a cuadros y zurrón. Me llamó la atención la hebilla de su bolso. Es curioso, porque un par de horas antes, en el mismo sitio, se me atravesó una oveja esquilada y con el rabo medio marrón medio blanco, no gris, miti y miti. Era de él.
El hombre muy simpático. Se acercó y empezó a preguntar, digamos interrogarme por mi vida. Me puso 18. Se agradece, pero es de risa. Y me preguntó mi nombre.
-Pilar
- Qué bonito nombre, me recuerda a una canción que decía "Ya no te llamas María, ni Carmela, ni Pilar, que te llamas mujer caía o como te queramos llamar.
-Uy!
-Y tú cuántos años me pones?
- PUes no sé, Gonzalo, la gente mayor engaña mucho... (¿¿¿cómo coño se sale de esa???)
-Pues 74, guapa. Y soy viudo.
- Ah, y desde hace cuánto?
- Mucho, 9 años. Yo debí juntrame con alguna, pero no lo he hecho. Estar solo es muy malo.
Y siguió preguntándome por mi vida sentimental, y yo, como soy pendeja, le respondía la verdad con total inocencia.
- ¡¡uea!!!¡¡¡¡ cushu!!!! ¡¡¡¡cabra, cusu!!!!
- ¡...!
- Se me escapa la cabra. Tengo trescientas ovejas. Pero de qué me sirve el dinero si no tengo hijos a quién dejárselo, eh?
- Ya.
Pasaron unos lugareños. Y Gonzalo, mientras tanto buscó la sombra de mi coche, y me dijo que esperara a que pasaran. Yo flipé.
-Pue syo te digo que no te faltaría nada si te quedas conmigo.
- ¡...!
- Tú necesitas un hombre.
- ¡¡¡¡¡¡...!!!!!!
- Y yo ya tengo hecha la "apóstata" y la mujer no se queda.
- ¡Uy, Gonzalo, qué dice! cómo se le ocurre.
- Ahora la única manera de ligar es pagando.
-Oiga, Gonzalo, que yo me llamo Pilar, que no soy una mujer caía!
-No, si se te ve que no eres una mujer interesada. No tienes 34.
- Que si.
- No tienes hijos.
- Que sí.
- En todo caso si quieres pasarlo bien un momento, metes el coche por allí -señaló hacia sus ovejas- y estamos un rato.
- Déjelo, Gonzalo -le dije mientras me reía y me despedía - ya lo saludaré desde el coche cuando pase por aquí.
Y me vine a casa.
(Gonzalo y, al fondo, sus ovejas. Sí, se dejó hacer una foto antes de las proposiciones indecentes)
Tal vez le llamen el encantador de ovejas, jijijiji
Comentarios
Tendrías que verme riendo solo en casa, me ha encantado tu historia! Gracias!
Un besote (con permiso de tu pastor)!
Yo más que pensar en las ovejas, he pensado en las parcelas y los pajares que debe tener... hum.... un pueblo sólo para mí.... y sin "apóstata".... jejejejej.
Un besote ovejil.
¿Seguro que no estaba Berlanga detrás de una oveja filmando con una cámara?
En mi cabeza, Gonzalo tiene la cara de Pepe Isbert.
la proposición es tremenda, pero, se imagina a Braulio como amo y señor de 300 ovejas pastoreando a lo bruto como lo hacemos todo cualquier Westy que se precie!!!
Por mis tierras hacen unos concursos de pastoreo que son todo un clásico en la televisión.Todo es empezar y acabar siendo unas estrellas mediáticas!!!
Jaja!
Tremendo, tremendo!
qué listo el señor, anda que no sabía... pero incluso me han entrado ganas de dibujar a gonzalo con su hebilla de serie.
Hoy ví tu comentario en mi blog, de hace muchísimo, lo he visto un poco tarde... uff, aun así muchas gracias por tus palabras, me alegra que te gusten mis cositas.
Un saludo.
jajajajjajaja, que lanzado Gonzalo...
Si el tipo se empeña en buscar jurisprudencia y la encuentra, igual te empapela y todo. Ojito ehhh?
En algún sitio leí que la tragedia de ser viejo no es serlo, si no haber sido joven