Historia de un globito
Era un globito blanco y una mano que lo llevaba flotando. Le gustaba esa sensación de moverse a ritmo de pasos de acera, y a veces de monte, dejarse rozar por el aire, y esquivar obstáculos. Globito feliz, que a veces se encogía y volví a ponerse firme, tenso, cuerda arriba, queriendo volar. Y no. Sólo por las noches y alguna que otra tarde, por coger una taza de café, la mano se abría y soltaba la cuerda. El globo sentía un repentino saltito en su estómago, un vértigo de motaña rusa, y entonces se preguntaba a dónde debía ir. "Dónde me quedo yo ahora", se preguntaba como afirmando. Tal vez pegado al techo, mirando todo desde arriba, que no estaba mal. O arrunchado en una esquina de la habitación, medio de lado, relajado. Globito juguetón sin cuerda que lo agarre. "Dónde me quedo yo ahora, dueño de mi cuerda sin mano..., , tal vez el sitio sea ventana afuera y volar..., o quedarse enganchado en un pincho de una árbol, esperando explotar... o simplemente desinflarse. Ay, mano traicionera, y si sólo le dijeras que volverías por él...
Comentarios
http://es.youtube.com/watch?v=DBS2TvWD2t8
Me encanta la Torrini.
Que noooooooooo, que me ha emocionado el globito rojo...
Toshi, tal vez, va a ser que tal vez. Ji!